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Piel grasa




Texto por: Zaci

Fotografías: Unsplash



Hoy es el turno de hablar de la piel grasa, este tipo de piel se caracteriza por una sobreproducción de sebo natural. Debemos resaltar que el sebo no es malo, ya que es la grasa natural que la piel y el cabello producen para hidratarse, protegerse y mantener un correcto pH. Lamentablemente una alta cantidad de sebo provoca un desequilibrio en la barrera cutánea y esto ocasiona la piel grasa. Contrario a lo que se piensa, la piel grasa es un cutis frágil y sensible que se debilita fácilmente con el uso de productos agresivos, ya que en el afán de minimizar la apariencia o imperfecciones que el sebo produce, usamos productos con fórmulas muy astringentes o exfoliantes. Cuando esto sucede la piel grasa sobre reacciona y produce una inflamación para contrarrestar el debilitamiento.

 

La piel grasa se caracteriza por:

 

  • Poros agrandados, claramente visibles y con retención de suciedad;

  • Exceso de brillo en todo el rostro;

  • Piel engrosada, rugosa y en algunos casos pálida;

  • Brotes recurrentes de acné, espinillas y otras imperfecciones.

 

La piel grasa es una piel que se debe tratar con paciencia, constancia y suavidad.

 

Para ayudar a tratar las imperfecciones lo ideal es recurrir a geles o soluciones a base de agua, es decir, no oleosas, para astringir la grasa y procurar una correcta hidratación de la misma. Además, se debe incluir productos antibacterianos para quitar la suciedad y la contaminación que se pueda alojar en los poros.


  • Como en todos los tipos de piel es muy importante tener una rutina de cuidado;

  • Realizar una limpieza a fondo por las noches para retirar completamente las impurezas;

  • El uso de productos que logren un equilibrio para reducir y absorber el sebo;

  • Usar texturas ligeras y frescas;

  • Importante revisar que los productos contengan ingredientes que ayudan a descongestionar los poros (ácido salicílico, ácido glicólico, beta-hidroxiácido o peróxido de benzoilo);

  • Exfoliar la piel de dos a tres veces por semana para limpiar profundo y minimizar las bacterias que causan el acné y otras inflamaciones;

  • Usar una mascarilla purificadora una o dos veces a la semana.

 

Y como en todas las pieles es muy importante usar un bloqueador solar.

 

  • Evita productos altamente exfoliantes o astringentes para evitar el rebote de sebo o debilitar la barrera cutánea;

  • No uses productos con alto contenido de alcohol, perfumes, o ingredientes químicos agresivos;

  • Evitar fórmulas comedogénicas que fomenten la obstrucción de los poros.

 

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